El 80% del problema que tenemos por la crisis de agua es por falta de administración, una legislación obsoleta y la falta de inversión en infraestructura.

Por Rosario Sánchez

La crisis del agua requiere de un análisis más allá del cambio climático. El estudio de las cuencas, las aguas subterráneas y las aguas compartidas entre países es fundamental para hacerle frente a este problema que nos afecta a todos.

¿La crisis por la escasez del agua por culpa del cambio climático? Es uno de los diversos factores. Cerca de 2,600 millones de personas en el mundo viven altos niveles de estrés hídrico, principalmente en el sudeste asiático y en la región de oriente Medio y África del Norte; en América Latina: Chile y México; y en Europa: Grecia y España, como lo vemos en el siguiente mapa:

Fuente: Statista

Si bien el ciclo del agua nos mantiene vivos, ahora nos enfrentamos al aumento de la temperatura y la reducción de la precipitación.

La disponibilidad del agua en la superficie cada día será menor. Que no llueva lo suficiente sí afecta sobre todo por el incremento de la temperatura, pero las implicaciones del cambio climático en aguas superficiales no son la raíz del problema. El 80% del problema que tenemos por la escasez de agua es por falta de administración.

Una legislación obsoleta y la falta de inversión en infraestructura hídrica son algunos de los factores que han propiciado una mala gestión del agua, lo que se ha evidenciado con la intensidad de la sequía que azota a México y Sudáfrica.

Estos son algunos datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sobre el impacto de la escasez de agua en México:

  • Poco más de 50% de los municipios del país (1,255) enfrentan algún grado de sequía.
  • Esto es tres veces superior a la registrada en 2020.
  • 25% de los estados (siete en total) tiene las mayores afectaciones de sequía, de moderada a excepciona.

La infraestructura del agua es un tema vital en todo el mundo. Más de un tercio del suministro de agua en Sudáfrica se pierde debido al envejecimiento y las fugas de la infraestructura. La red pública del agua juega un papel importante en el logro de mayores niveles de crecimiento económico y mejora social.

Una gestión del clima y los recursos hídricos de manera más coordinada y sostenible conlleva importantes beneficios secundarios. Existen soluciones para hacer frente a los problemas interrelacionados mencionados anteriormente, y cada vez son más los países y las autoridades de cuencas fluviales internacionales que las aplican. Ya los abordaremos en futuras entregas.