El agua es un recurso cada vez más escaso. Aprovecharlo bien requerirá una nueva forma de medir cuánta agua usamos al día, desde lo personal hasta lo familiar y, claro, con la supervisión del Estado.
Por Rosario Sánchez
Dice la canción de un famoso grupo de pop mexicano algo así como… Como quisiera // Poder vivir sin agua // Pero no puedo…
Es verdad. El agua es el elemento que habilita casi cualquier actividad humana en todos los sectores productivos: desde preparar alimentos hasta la producción de automóviles. Más aún, la disponibilidad de agua determina, entre muchas otras cosas, la capacidad de una sociedad para desarrollarse y mantener su estabilidad económica y social.
El gobierno mide
Las tarifas de agua potable son fijadas de diferente manera en cada municipio, es la manera de medir el consumo. En algunas entidades federativas, las tarifas son aprobadas por el congreso local de la entidad, mientras que en otras las aprueba el órgano de gobierno o consejo directivo del organismo operador de agua potable del municipio o localidad o de la comisión estatal de aguas.
A nivel municipal existen más de 2,500 organismos operadores de agua potable en el país de acuerdo con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua. Ellos son responsables de la instalación y mantenimiento de infraestructura como bombas y tuberías en el tramo final del agua hacia puntos de consumo como negocios y hogares.
Los consumidores deben medir
Los consumidores de agua también tenemos algo que aportar en la preservación del agua.
Una de las primeras acciones eficientes para preservar el agua es mantenerse al corriente en el pago. Un estudio realizado la década pasada por el Instituto Mexicano para la Competitividad encontró que en el país se cobran 67 de cada 100 litros de agua entregados a los consumidores, por lo que a las operadoras les faltan de manera permanente alrededor de 25% de los recursos necesarios para funcionar; esto provoca que solo dos terceras partes de las tomas de agua tengan servicio las 24 horas del día los 7 días de la semana.
Existen herramientas en línea que estiman la huella hídrica de un hogar, dependiendo de variables como la cantidad de personas que viven, el tipo de mobiliario y aparatos consumidores de agua.
Medir el consumo de agua es el primer paso para entender lo que tenemos que ahorrar.