Que se seque el río Bravo es consecuencia de la negligencia de, al menos, cinco décadas de atraso en la atención del problema. ¿Por qué tenemos escasez de agua?
Por Rosario Sánchez
Se ha señalado durante años, yo lo he dicho, lo han mencionado otros expertos y lo sorprendente es que aún cause sorpresa. Tenemos una cuenca sobreexplotada y hoy se dice con eufemismo que “tenemos agua en papel”. Los derechos al agua están en papel, porque la cuenca ya no da para más, solo para menos. En resumen, hay escasez de agua.
Obviamente, esto tiene repercusiones en todos los estados que forman parte de la cuenca del Río Bravo. Lo sorprendente es que seguimos esperando que llegue un huracán o la época de lluvias que nos resuelva los problemas. No estamos poniendo atención a lo que estamos viviendo: el clima ya no es nuestro aliado. Ya no más. Pregunto: ¿de qué otra forma nos vamos a dar cuenta de esta realidad?
El 80% de lo que está pasando en términos de escasez es atribuible a la administración del recurso y no al clima. Es una falta de atención seria a la gestión del agua, que tiene un atraso de al menos 50 años.
Hay varios factores cruciales, además del clima, que nos tienen hoy con escasez de agua:
- Tenemos un marco legal que se diseñó y funcionó para una realidad de hace 60 o 70 años, que no consideró un clima del cual ya no podríamos depender.
- La centralización no es el mejor sistema para la administración eficiente para el cuidado y uso del recurso.
- No tenemos ningún tipo de límite al uso intensivo y exhaustivo del agua.
- No tenemos ningún elemento regulatorio, por ejemplo, de aguas subterráneas, a nivel transfronterizo, solo hay uno o dos artículos en la Ley Federal de Aguas, referente a este tema.
- No tenemos ningún marco regulatorio que exija el rehusó, la conservación, la protección del hábitat y del sistema hidrológico a nivel local.
- No tenemos ningún elemento, ningún instrumento, ninguna iniciativa, ningún interés, y ningún tema prioritario relacionado al agua. El agua no es parte de la agenda nacional.
Ahora nos sorprende que nuestras cuencas internacionales estén agotadas. Cuando no existe un sistema de control y reglamentación, vamos, ni siquiera un sistema de alerta, de niveles de sequía, qué debemos de dejar de hacer cuando ocurren escenarios como este. Tampoco hay incentivos hacia la conservación del agua, por el contrario, hay incentivos a la explotación.
¿Quiénes tienen que garantizar el abasto de agua? Todos tenemos que hacer algo. Todos los niveles de gobierno, ya no hay que señalar nada más a la federación. Es una responsabilidad de todos.
Se trata de tener voluntad. Ya lo dijo el Panel Intergubernamental de Cambio Climático: es ahora o nunca.