Quizá no conozcas el concepto de estrés hídrico; sin embargo, es muy probable que sí sepas lo qué es quedarse sin agua.

Por Rosario Sánchez

Generalmente nos enfocamos en los problemas regionales, aquellos que sabemos que nos pueden afectar de forma directa. Esto, a veces, nos impide ver el panorama completo, y nos limita conocer si en otros lugares del mundo viven una situación similar. Eso es lo que ocurre con el estrés hídrico.

Por semanas, en México, el tema principal fue la escasez de agua que vive el estado de Nuevo León, con mayor afectación en Monterrey, una de las principales ciudades industriales del país. Esto me hizo pensar sobre otras regiones del planeta que también están propensas a vivir algo así. Porque el estrés hídrico afecta al mundo entero. 

¿Qué es el estrés hídrico?

Este término se aplica cuando la demanda de agua es más alta que la cantidad disponible durante un periodo determinado o cuando su uso se ve restringido por la baja calidad.

Ahora bien, de acuerdo con información presentada en el Ecological Threat Register de 2020, alrededor de 2,600 millones de personas viven en un lugar expuesto a niveles altos y extremos de estrés hídrico. 

Para 2040, un total de 5,400 millones de personas –más de la mitad de la población mundial proyectada– vivirán en los 59 países que experimentan estrés hídrico alto o extremo, incluidos India y China.

El sudeste asiático y la región de Oriente Medio y África del Norte, señala Statista, están especialmente expuestos a la escasez de agua. Aunque no son los únicos.

Situación del estrés hídrico en Latinoamérica

En América Latina, Chile y México son los territorios con mayor tendencia a ser vulnerables al estrés hídrico debido a diversos factores como: los extensos territorios desérticos que tienen y la crisis del agua que se ha hecho evidente dada la fuerte demanda que existe en el consumo doméstico, industrial y agrícola.

En Europa, especialmente Grecia y España son los países en los que la población está más expuesta a padecer estrés hídrico, pues cada año consumen entre 40 y 80% del total de los recursos hídricos de los que disponen.

Te invito a que también amplíes tu visión de lo que ocurre más allá de tus fronteras, tanto en positivo (para replicarlo), como en negativo (para contrarrestarlo).